El porqué de la Convención
Por Hilmar Rojas Erazo 28/10/2013
La Asociación Mundial de Boxeo acaba de realizar su semana de trabajo número 92 con la asistencia de casi 200 personas de 31 países.
En esa semana se concentraron en Lima, sede de la recién finalizada Convención Anual, un nutrido número de promotores, concertadores de peleas, oficiales y demás vinculados al pugilismo mundial.
El objetivo principal de este evento no es otro sino la actualización del personal con el cual se labora, como es el caso de los oficiales, además de la oportunidad de negociar próximos combates según acuerden los promotores.
Asimismo, brinda la oportunidad de tener el contacto directo con la plana mayor del organismo para hacer las propuestas que tengan a bien cada uno de los asistentes, plantear sugerencias y por qué no, hasta tener el momento perfecto para el contacto que a futuro puedan necesitar.
En esta oportunidad, el presidente de la AMB, Gilberto Mendoza, propuso que la Convención deje de ser anual y pase al formato de cada dos años, con la finalidad de brindar una agenda más relevante y sobre todo cargada de mayor cantidad de trabajo para los asistentes.
La propuesta fue aprobada, tras la indicación que los oficiales y médicos deberán reunirse al igual que el Directorio, por lo menos dos veces al año para mantener el régimen de actualización que hasta el momento se ha realizado en las Convenciones.
Los oficiales siempre son los cuestionados de los combates polémicos, sean jueces o réferis, son quienes en muchos casos cargan a cuesta el señalamiento de los fanáticos que culpan de las derrotas a los encargados de evaluar o guiar los conflictos.
En Lima el vicepresidente de la AMB, Gilberto Jesús Mendoza lo dejó muy claro “todos nuestros oficiales son serios y cumplen con su labor”, los errores son de humanos, pero como dijo el presidente Mendoza “es más fácil criticar y hablar del otro que corregir o sugerir la mejora”.
Anualmente se hacen actividades no sólo para que el grupo de oficiales esté al tanto de los reglamentos, y lo conozcan para evitar esas fallas, sino también para que el resto de los miembros de la AMB sepan todo lo que en blanco y negro está. El problema radica en que muchos “especialistas” y aficionados desconocen ese reglamento, y dispara las críticas a voluntad.
Ninguna decisión se toma sin ser revisada por un departamento legal, en procura de no perjudicar a los boxeadores. Precisamente en la primera jornada de la Convención, el Directorio realizó prácticas grupales evaluando “casos hipotéticos” basados en situaciones reales de la mano de los reglamentos.
